domingo, septiembre 30, 2012

Carlos M. Estefanía: rácticas pedagógicas cubanas: el caso del Instituto Cívico Militar fundado por Fulgencio Batista. Parte III

 Nota del Bloguista

Muy buen artículo  de  Carlos M. Estefanía, publicado en el año 2010
Los interesados en este tema pueden leer las dos primeras partes haciendo click en los siguientes enlaces:

Parte I

Parte 2





Las  Escuelas Cívico Militares fueron  parte del trabajo de  una comisión nacional, creada en los años 30s del pasado siglo,  que impulsaba en el país la educación, la salud y el deporte, así como el desarrollo social  de las áreas rurales del país; esa comisión tenía como principal promotor e  impulsor de sus acciones y tareas  al General Fulgencio Batista. En la Cuba Castrista es tabú hablar de esas instituciones creadas por Batista;  cuando se habla de la destitución del Presidente  Miguel Mariano Gómez por parte del Congreso de la República, no se dice que el muy pequeño gravamen o impuesto que pedía Batista, al que se oponia Miguel Mariano,    para cada saca de azúcar producida en Cuba,  fuera para financiar esas instituciones educativas. También es cierto que Miguel Mariano se oponía, en general,  a la injerencia de las instituciones militares en instituciones de la vida civil del país, pero no se dice en la Cuba de los Castro, que la inmensa mayoría de los maestros graduados de las escuelas normales en Cuba, no querían enseñar en el campo por las difíciles condiciones de vida que había en el área rural; razón esta por la cual se crearon los sargentos-maestros  que eran personas que se convertían en maestros,  aunque ellos no fueran normalistas; o sea, graduados en las Escuelas Normales del país, que eran aquellas escuelas  que formaban a los futuros maestros. El grado militar de sargento, era en parte para que los campesinos cubanos  se vieran compulsados a enviar sus hijos a la escuela, pues muchos campesinos preferían, nada más que el niño cCuando el maestro era civil, el campesino
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Tomado de http://cubanuestra1.wordpress.com/

Reevaluando las prácticas pedagógicas cubanas: el caso del Instituto Cívico Militar III

Por Carlos M. Estefanía
Maestro de origen cubano

http://www.guije.com/public/carteles/2506/marti/f4.jpg
Estudiantes del Instituto Cívico MIlitar desfilan en La Habana, febrero de 1944, en una marcha recordando el natalicio de José Martí.

He leído en el periódico digital El Habanero, un artículo del año 2001, según el cual, el famoso pedagogo y exiliado republicano español, Herminio Almendros, llegado a Cuba en el año 1939, no encontró verdadero reconocimiento a su talento hasta que se le nombra, a principio de los años cuarenta y en plena luna del miel de Batista con el partido comunista, asesor pedagógico del Instituto Cívico Militar de Ceiba del Agua.

Sé que Almendros fue en España un promotor de la pedagogía anticapitalista de Freinet. Esto abre en mí la inquietante sobre hasta que punto habría podido influir con tales ideas en aquella Institución que le tocó asesorar en Cuba. Resolver el problema no es fácil, dadas las dificultades  con el acceso a unas fuentes que en su mayor parte deben  encontrarse en la isla.

http://api.ning.com/
Herminio Almendros

Referencia al ICM de un paisano de Batista

Ya que por razones obvias, nos resulta difícil consultar documentaciones estatales cubanas e investigaciones en la isla que traten sobre el Instituto Cívico Militar; tendremos que acudir a publicaciones del exilio.

Para ello comenzaremos por las memorias de un líder juvenil del Partido Acción Unitaria, fundado por Batista, se trata del difunto Rafael Díaz Balart, quien antes de ocupar un alto puesto en el último gobierno batistiano fuera un gran amigo de Fidel Castro, al punto de presentarle su propia hermana y convertirse en su cuñado. Díaz Balart y Castro, casi contemporáneos estudiaron juntos en la Universidad, allí serán aliados políticos y miembros del grupo armado Unión Insurreccional Revolucionaria.

Más adelante, cuando se crea el PAU, Rafael tratará de captar para la organización a Fidel, propiciando una reunión entre Castro y Batista, la cual no dió resultado, según él, porque Batista le había hecho creer a Fidel que no daría un golpe de estado, lo que hacía que la opción del partido ortodoxo, como mas probabilidades de llegar al poder, le apeteciesen mas al futuro Comandante en Jefe.

Con el tiempo los dos amigos y parientes se transformarán en férreos contrincantes, al punto de que será Rafael Díaz Balart, quien se oponga firmemente a que el gobierno de Batista, bajo presión del congreso, concediera una amnistía a los asaltantes del Moncada, ataque que, según me contó Ofelia Castro, adicionó unos cuantos huérfanos al Instituto Cívico Militar.

Mas tarde, en tiempos de la lucha guerrillera en la Sierra, sera también este quien se ofrece a crear y encabezar una tropa militar de cinco mil hombres para subir al Pico Turquino, hacer un acto político en su cima, y si se tercia; combatir allí al ejercito rebelde encabezado por el padre de su sobrino Fidelito. Luego, ya en el exilio, Díaz Balart creará la decana de las organizaciones anticastristas la Rosa Blanca.

Por supuesto Diaz Balart no se ha dedicado solo a combatir a Fidel Castro, sino a redimir en lo posible a Batista compatriota de su pequeña tierra, Banes, poblado en que por cierto, nació Orlando Zapata, el famoso preso cubano muerto en huelga de hambre.

En su libro Cuba: Intrahistoria. Una lucha sin Treguas (Ediciones Universal, Miami, Florida, 2006) de donde tomé algunos de los datos anteriores,  Rafael Díaz-Balart, no sólo cuenta su historia personal como político y exiliado, sino que también intenta reivindicar obra social de su paisano, es en la página 24 de este libro donde encontramos referencias al aporte batistiano en el terreno educativo. Aquí se recuerda que en los tiempos de Miguel Mariano Gómez como presidente, se aprobó una ley creando un impuesto de nueve centavos por cada saco de azúcar, con el fin de financiar el proyecto de escuelas y maestros rurales impulsado por Batista, así como los Centros Cívicos Militares, concebidos como centros donde se formaban obreros calificados, técnicos y profesionales.

http://www.elateje.com/images/Cuba,-intrahistoria.gif

Según Díaz Balart la ley de financiamiento de la educación rural había sido aprobada en diciembre de 1936, con 106 votos a favor y 43 en contra. Sin embargo Miguel Mariano vetó la ley bajo las presiones de sectores de quienes se oponían a ese tipo de enseñanza. Según el político exiliado fue esta la razón por la que el Congreso, con mayoría de partidarios de Batista destituyó al presidente.

El tema de los Institutos Cívicos Militares reaparece en la página 33, en referencia al enfrentamiento que tuvieron el autor junto e su entonces amigo Fidel Castro, contra los representantes de los auténticos, entonces en el poder en la FEU y el Ministerio de Educación:

”Fidel y yo nos enfrentamos desde el primer instante a ese grupo. Entre otras cosas nos motivaba el hecho de que el presidente Grau, desde el inicio mismo de su gobierno, comenzó a destruir la obra social que había hecho Batista, en una impropia actitud revanchista. Así, por ejemplo, el Balneario Cívico Militar para muchachos pobres, huérfanos de obreros y soldados, Grau se lo cedió graciosamente a la FEU”

La visión de los de los propios estudiantes

Si de utilidad nos es la opinión de un personaje comprometido políticamente como Díaz Balart, mucho mas importante a la hora de aquilatar el significado, dentro de la historia de la Educación Cubana del Instituto Cívico Militar , es lo que puedan contarnos las personas que estudiaron y trabajaron allí.

Para esto nada mejor que revisar una publicación que muy gentilmente me ha facilitado la antigua alumna Ofelia Castro, se trata de la revista Remembranzas, órgano oficial de la Asociación de Antiguos Alumnos y Empleados del Instituto Cívico Militar y Escuelas Politécnicas, cuyo primer número, publicado en Miami, Estados Unidos lleva por fecha el 15 de enero de 1989.

Lo primero que salta a la vista es el enorme amor de los editores por la escuela a la que pertenecieron, ya eso es un logro, sobretodo ante los ojos de una persona como yo, que tras haber pasado por innumerables escuelas, buenas, malas y regulares, así como enfrentado diversos maestros y directores, buenos, malos y regulares, no siento, frente a ninguna de mis antiguas instituciones, la necesidad de crear un grupo de recordación, como tiene los editores de Remembranza,o- para que no se crea que el fenómeno es totalmente ajeno al socialismo cubano-como ocurre con los editores de la página digital, dedicada a esa escuela de la élite cubana, conocida como La Lenin (www.lalenin.com).

Tengo en mis manos siete ejemplares de la revista, cargados de fotografías que me recuerdan mucho las de los catálogos publicitarios de las escuelas suecas donde he trabajado, aunque naturalmente marcando la diferencia de lo que se consideran un joven de su tiempo en aquel entonces y en este presente, allí donde las publicaciones suecas me muestran jóvenes de carácter informal, pelo largo y ropa civil, aquí, en la publicación cubana veo una juventud, uniformada, con cierto aire marcial, aunque no menos alegre.

Niños del Instituto Cívico Militar con uniforme de gala

En la revista encuentro interesantes testimonios como el de Juvenal E Blanco (primer número) quien a los 11 años conformó, junto a su hermana el primer contingente de alumnos que ingresó en el Instituto Cívico Militar de Ceiba del Agua, un niño que a esa edad no sabía escribir pues se escapaba de la escuela pública cuando su madre lo dejaba en ella, y que al paso de un año ya había alcanzado el nivel de tercer grados.

Encontramos en ese número alusiones cargadas de cariño a personal que dirigió el centro, en particular al doctor en medicina por la Universidad de La Habana Gustavo Adolfo Bock, quien llegará a ocupar el puesto de Ministro de la Salubridad en junio de 1942, y al Doctor en Pedagogía, Adolfo López Isa.

Se trata de figuras totalmente olvidadas en la historia de nuestra enseñanza, quizás por sus vínculos políticos de entonces, y quienes sospecho resultaría interesante re descubrir, en particular López Isa , quien además de Embajador llegó a ocupar el puesto de Director General de Cultura en el Ministerio de Educación, y que ademas de desempeñarse como Director y Profesor del Instituto Cívico Militar de Ceiba del Agua, ocupó la plazas similares en la prestigiosa, escuela Anexa a la Facultad de Educación de la Universidad de La Habana.

http://i88.servimg.com/u/f88/12/48/87/55/ninas_11.jpg
Alumnas y alumos de Instituto

En la página dos de la segunda edición de Remembranzas, correspondiente al 20 de mayo de 1989 encuentro datos interesantes como por ejemplo, que la escuela de Ceiba del Agua fue construida en una finca de 210 acres cedida por su propietario, el entonces Senador Alfredo Hornedo, que los obreros laboraron año y medio antes de tener listo el centro, abierto en enero del 1938. para aquellos primeros 250 niños reclutados entre los huérfanos de padres campesinos, obreros o alistados en el ejército constitucional; que la escuela contaba con un museo de historia natural que llevaba por nombre el de nuestro gran naturalista Carlos de la Torre y Huerta, quien les había donado una importante colección de moluscos nativos y exóticos.

Datos interesantes que se continúan en la revista, número cinco correspondiente al 28 de enero de 1991, en cuya séptima página se expone la distribución del cuerpo de instructores, que eran las personas adultas que se mantenían en contacto permanente con los chicos, los cuales a su vez estaban separados en cuatro batallones en ese momento, a saber el batallón José Martí, el batallón de la Luz y Caballero, el Batallón Felizela, así como el batallón Enrique Jose Varona, lográndose interesante combinación de organización militar con nombres de nuestros mas famosos educadores.

Ente las historias y memorias, así como informaciones sobre las actividades de la organización que publica la revista, lo que mas llama mi atención, recalco es el aspecto gráfico, en particular las fotos que aparecen en Remembranza número 7, correspondiente al 28 de enero de 1992.

Ella describen, mejor que mil palabras las magnificas condiciones con que contaron alumnos y maestros para dedicarse a las actividades educativas, para las que había sido destinada aquella gigantesca institución como se ven las en las fotos aéreas que se reproducen.

http://www.cardcow.com/images/set311/card00393_fr.jpg

Postal del Antiguo Instituto cívico Militar, hoy Instituto Superior Militar Antonio Maceo,

Es aquí donde podemos disfrutar del majestuoso auditorio modernísimo para su época, tanto como lo eran, las aulas de dibujo y mecanografía, la cocina de repostería, de zapatería, de hojalatería, de bromatología, la herrería, sus canchas de handball, piscina, clínica y los instrumentos con los que ensayaban los alumnos,

Foto propiedad de Herencia Latina

El músico cubano Jesús Caunedo, a sus 9 años en el Instituto Cívico Militar de Ceiba del Agua, año 1943.

ya hasta la imágen de una imprenta  de la que han salido algunos libros con los que ya me he topado, por ejemplo la reimpresión, bajo la iniciativa del doctro Bock, en 1941 del Diario de José Martí, de Cabo haitiano a Dos Ríos (9 de abril a mayo 17 de 1895)


http://bks6.books.google.com

No creo que todo fuese de maravillas, sé que también hubo robos de recursos, aunque me temo qie no tantos como los que tenía lugares en los internados de mi infancia, que de alguna manera los institutos estuvieron sometidos a los vaivenes de la política, pero como decía anteriormente el saldo fue positivo, incluso los enemigos de Batista, terminaron por reconocer la obra, adicionándo al viejo proyecto batistiano, bajo el segundo gobierno de Ramón Grau y con el respaldo generalizado del Congreso, la llamada escuelas politécnicas, centros de enseñanza cuya hermandad con el Instituto Cívico Militar justifica la pertenencia de sus graduados y empleados a la misma sociedad que publica Remembranzas.

Echo una última mirada a la publicación y concluyo lo que que habrá de confirmarse con investigaciones mas profundas; que los niños que pasaron por aquellas escuelas, quedaron preparados para triunfar en la vida, además de llevarse para siempre en sus corazones algo tan bello como es el recuerdo amoroso por los viejos maestros.

¡Ojalá en la escuela cubana del futuro se repita esta experiencia!

Por Carlos M. Estefanía
Maestro de origen cubano

1 Comments:

At 4:42 a. m., Blogger Unknown said...

esta foto es historica y para mi unica en ella estoy yo en la primera fila de delante al lado de un chico que desoues se convirtio en soldado de el gobierno de batista soy el primero de la fila mirando de frente el cuadro de la iz quierda soy lazaro barbosa (el abogado) mi nombre de pila ex corneta del instituto cuando el COMANDANTE CARLET Y EL INSTRUCTOR MIQUELITO CONOSIDO POR EL RATON MIGUELITO EL SENOR CHILENO GRAU LOS HERMANOS PEREZ QUE FUE CON ESTE QUE SALI DE LA ESCUELA POR MI VOLUNTAD POR UNA INJUSTICIA DEL SENOR PEREZ JEFE DE INTERNADO ME REVIRE A UN ABUSO DE SUPERIORIDAD DE ESTE PERP=O FUE UN RECUERDO EN MI VIDA ESA ESCUELA QUE JAMAZ OLVIDO RECUERDO A dionisio herrera alias bacunco casi mi hermano que !!!!tiempos!!!

 

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