viernes, enero 04, 2013

Iliana Fuentes sobre el triunfo de la Revolución cubana el 1 de enereo de 1959: Otro aniversario más

Otro aniversario más

Por Iliana Fuentes
1 de enero de 2013

Hace exactamente 54 años, las vidas de seis  millones de cubanos dieron un giro de 180 grados. Yo acababa de cumplir los 10 años en septiembre. Cursaba el 5to grado en las Dominicas Americanas del Vedado, y vivía -con mis padres, mi abuela materna, mi madrina y un tío soltero-,  en un moderno apartamento del barrio Ensanche de La Habana, a unas cuadras del Castillo del Príncipe, y en la esquina de la Quinta de los Molinos. Al doblar, en Luaces y Carlos III, estaba la panadería La Antigua Chiquita. Las galleticas de hojaldre más exquisitas del universo se hacían y vendían allí; entre mi abuela y mi padre forjaron mi hábito de comer ésas y otras delicias.

A los 10 años montaba bicicleta en la calle con la muchachada del barrio -casi todos varones- y era un lince sobre patines. Investigación submarina, Annie Oakley, y El llanero solitario eran  de diario disfrute, al igual que Radio Kramer, punto fijo en el dial de la radio con la contagiosa música de Bill Hailey y sus Cometas, Paul Anka, Neil Sedaka y Johnny Mathis, con quienes aprendimos más inglés  -a ritmo de rock-n-roll y “the blues”- que con los textos de Tom is a boy and Mary is a girl que usábamos a diario en la escuela. La vida era casi un sueño.  Y llegó el Comandante y mandó a parar.

Hace 54 años, en toda la Isla de Cuba, se hicieron presente hombres barbudos con rosarios al cuello. Se hizo presente un ejército de milicianos -y milicianas- cuya única legitimidad era la afiliación revolucionaria. El mundo conocido hasta ese momento colapsó en menos de un mes, y el Comandante, mediante un disimulado golpe de estado contra los otros líderes y movimientos anti-batistianos, se instaló en el Poder. Elecciones y partidos políticos ¿para qué? Armas ¿para qué? Iglesias y colegios de monjas ¿para qué? Clase media y poder adquisitivo ¿para que? Propiedad y comercios privados, ¿para qué? Americanos ¿para qué?

El caudillo se declaró defensor de la dignidad nacional y rescatador de la soberanía contra la corrupción de la supuesta mafia yanqui, para instalar su propia mafia gallego-cubana, vitalicia e inapelable, que perdura hasta el día de hoy. El espíritu de Valeriano Weyler se instaló en el Palacio Presidencial, y retomó inquisición y reconcentración para la reconquista -revancha anti-americana- por todas partes. Así comenzó la tortura pública de todo un pueblo mediante insoportables discursos de 8 y 9 horas en la Plaza Cívica, ahora re-nombrada Plaza de la Revolución.

Mi abuela Carmen, que apoyaba el cambio, un día de 1960 se paró ante la pantalla y le gritó “¡Mentiroso! ¡Mil veces mentiroso!”  Y con la misma apagó el televisor. Mi padre, que había sido ortodoxo, que había vendido bonos del 26 de julio “cuando Esteban Ventura se paseaba por la calle Neptuno y entraba en La Casa Cofiño a medirse conmigo sus trajes”, la siguió hasta el comedor. “Vieja, por mal camino vamos”. El camino sería el del presidio, el del paredón, el del ostracismo, el de la censura,  el del destierro. Ese -el destierro- fue el rumbo que escogieron mis padres. Yo, y un primo de seis años, encabezamos solos  el éxodo. Y aquí seguimos, medio siglo más tarde. Un día como hoy comenzó el desmembramiento de ese próspero y moderno país hacia las ruinas. Valeriano Weyler sigue jodiendo la vida de ahora 11 millones de cubanos. Y la mafia gallego-cubana se perpetúa. Desde esta orilla, sólo podemos observar aterrados cómo se apuntala el castrismo eterno.
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...y pensar Ileana que como simbolo inequivoco de prosperidad, la fachada de la "Antigua Chiquita" mantuvo durante 50 años la "mala pintura" de los imperialistas...
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Comentario del Bloguista

Cada vez que me bajaba en Infanta y yba caminando para la Terminal de Omnibus, pasaba por al lado de  la tan famosa La Antigua Chiquita y me asombraba que tuviera la misma pintura que me transportaba a otra época. La pintura debió ser de la marca  Sherwin-Williams o de la marca Dupont.


1 Comments:

At 3:07 a. m., Anonymous Anónimo said...

...y pensar Ileana que como simbolo inequivoco de prosperidad, la fachada de la "Antigua Chiquita" mantuvo durante 50 años la "mala pintura" de los imperialistas...

 

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