viernes, abril 18, 2014

¡Saltó la liebre!, editorial 320 de Libertad Digital. Desde Cuba sobre la intención de la tiranía de los Castro de cambiar a los espías confesos de la red Avispa por Alan Gross

Tomado de http://www.primaveradigital.org/




¡Saltó la liebre!, editorial 320
17 de Abril de 2014



Cuba actualidad, La Habana, (PD) Como parte de una operación de inteligencia que parece haber salido "de los más altos niveles de dirección política" del país, pero además muy mal hecha y mucho peor concebida, el pasado 10 de abril, el diario oficialista Granma, órgano oficial del gobernante y único "Partido Comunista de Cuba", publicó una nota que suscribe la Sra. Josefina Vidal Ferreiro, directora de Estados Unidos en el Ministerio de Relaciones Exteriores, (Minrex) del gobierno militar de la Isla.

La nota da a conocer que este ministerio y su directora de Estados Unidos, conocieron por una nota de prensa emitida la mañana del 8 de abril en Washington que "Alan Gross, subcontratista de la USAID encarcelado en Cuba durante los últimos cuatro años, inició una huelga de hambre la semana pasada". Lo más curioso es que un "prisionero de estado" norteamericano, se declare en huelga de hambre en una cárcel cubana y la Sra. Vidal Ferreiro, se entere de un hecho tan sensible, "por la prensa enemiga". ¿Puede alguien en su sano juicio creer semejante pifia?

Casi de inmediato, saltó la liebre. Se trata de -y citamos a la Sra. Vidal Ferreiro en su nota publicada en Granma- que "El gobierno cubano reitera su disposición a buscar, de conjunto con el gobierno norteamericano, una solución al caso del Sr. Gross, aceptable para ambas partes, que contemple las preocupaciones humanitarias de Cuba relacionadas con el caso de los tres cubanos del grupo de los Cinco, que continúan encarcelados en Estados Unidos por más de 15 años". Quieren cambiar a Gross por los tres espías convictos que quedan por allá por USA.

Los cinco espías cubanos encarcelados en EEUU, fueron encontrados culpables en un proceso que contó con las garantías procesales ausentes en Cuba. Resultaron convictos de espionaje y de participar en calidad de cómplices, en el asesinato de los pilotos derribados por la fuerza aérea cubana en aguas internacionales en 1996.

El Sr. Gross fue encarcelado cuando traía teléfonos y equipos de computación que cualquiera puede adquirir libremente en cualquier comercio de cualquier parte del mundo. Si el gobierno militar totalitario de la Isla veta, prohíbe y persigue en Cuba, estos equipos, de paso no hay que condonar o consagrar tamaña arbitrariedad.

Gross no trajo C4, munición o arma de ningún tipo. Nada entre lo que el régimen militar ocupó y presentó como prueba en su proceso, sirvió para lastimar de forma indirecta o directa a seres vivos, humanos o no. Otro detalle es que el Sr. Gross fue enviado a apoyar a un grupo de judíos que celebran sus fiestas en compañía del general presidente Raúl Castro y del sucesor designado por este, Miguel Díaz Canel Bermúdez. Entonces, canjear a un inocente por espías convictos cómplices de asesinato, es simplemente inmoral.

Por acá nos preguntamos si los funcionarios de USAID que metieron a Gross en la trampa, al menos están cesantes o si alguien por allá, consigue o le interesa probar, lo que resulta obvio desde acá.

Personas serias y bien intencionadas han comentado en Cuba que "Gross jugó y perdió". No podemos estar de acuerdo con esto. Gross es el ciudadano de un país en que impera el estado de derecho. Pocos ciudadanos educados en estas condiciones son capaces de tan solo imaginar la crueldad implícita en el control social totalitario de un régimen como el cubano. Pocos o ninguno serían capaces de imaginar que la tenencia de un teléfono móvil o un equipo de conexión a la web, puedan ser interpretados por una élite político-militar, como "armas" y su tenencia perseguida judicialmente.

Si el gobierno militar cubano chantajea y pretende tomar a Gross como pieza de cambio o chivo expiatorio, sería bueno ver si entre tantos, algún libre o algún valiente, decide echar su suerte por él. Pero no hay que confiar en esto, todo parece indicar que por allá, los libres y los valientes no se dedican a la política. Quien está al frente del vecino país del Norte, tiene otras prioridades y ya no se trata de Ronald Reagan o sus decisiones.

Las huelgas de hambre son un recurso extremo muy peligroso. Esperemos que entre tantos intereses políticos bastardos, Gross no sea abandonado a su suerte. Quizás con un poco de compromiso, hasta aparezcan varias decenas de nuevos espías a quienes negociar. Por supuesto, luego que Gross sea liberado incondicionalmente como inocente. Luego que deje ser tratado como chivo expiatorio a permutar en medio de wikychismes, chantajes o trueques vergonzantes.

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 La red Avispa en contra de la seguridad de los EE.UU.

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Alan Gross antes y después de ser encarcelado