jueves, julio 24, 2014

Gladys Linares desde Cuba: Lo que le queda por aprender a Margaret Chan directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS sobre la Salud Pública cubana

Lo que le queda por aprender a Margaret Chan sobre la Salud Pública cubana
 

Por Gladys Linares   
24 de Julio de 2014

Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) La pasada semana visitaron nuestro país las doctoras Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para participar en la inauguración de la nueva sede del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos, y del Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos.

Durante varios días la prensa cubana destacó algunas de las actividades de las funcionarias, así como que recorrieron diversas instituciones de salud que hicieron declarar a la directora de la OMS: "Siempre que vengo a Cuba descubro algo nuevo. Una de las cosas que me ha impactado muchísimo es el hecho de comprobar que el sistema de Salud Pública cubano funciona".

Lo que no mencionan los medios es a qué hospitales las llevaron. Todo hace pensar que el recorrido fue por aquellos donde se atienden la cúpula gobernante o los extranjeros, como el Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (CIMEQ) o el Cira García. De lo que a los cubanos no nos quedan dudas, es de que aún le falta mucho por descubrir si se decide a visitar los distintos centros de salud a los que acude el pueblo. Así podrá valorar con equidad el sistema de salud cubano.

Obviamente, la Dra. Chan no estuvo ingresada en el Calixto García. No tuvo que esperar a que el enfermero y el laboratorista resolvieran su pugna jerárquica sobre a quién le corresponde llevar o traer la muestra de sangre para conocer el resultado de un análisis de urgencia. No fue expulsada del baño por un auxiliar de limpieza apurado por terminar su jornada. No se mojó con el agua que entra por las persianas rotas de cualquier pabellón.

Para comenzar, la invito a que visite el hospital Julio Trigo, en Arroyo Naranjo. Allí aprenderá sobre la falta de agua, las cucarachas, la suciedad, la ausencia de ropa de cama, la escasez de mobiliario, los baños rotos, clausurados en su mayoría, la poca y mala comida que reciben los enfermos.

Pero lo más humillante es el maltrato de enfermeros y técnicos, así como el desinterés de algunos médicos. Nunca podré olvidar a aquel paciente procedente de un asilo, tan enajenado que no era capaz de decir su nombre. Murió semidesnudo, amarrado en una destartalada butaca de acompañantes donde lo había sentado una auxiliar de enfermería. Solo se percataron del deceso varias horas después, cuando vinieron con el almuerzo, y debido al rigor mortis tuvieron que emplear la fuerza para enderezarlo.

La Dra. Chan también podría hacer un recorrido por los consultorios médicos o Casas del Médico de la Familia. Así verá la falta de condiciones de estos. Encontrará muchos cerrados, otros donde el doctor o la doctora no fue ese día a trabajar, y quién sabe si hasta se tropiece en el camino con el enjambre de pacientes que van algunas mañanas de consultorio en consultorio, con la esperanza de encontrar uno abierto.

Para Cuba actualidad: gladyslinares42@yahoo.com