jueves, octubre 30, 2014

DESDE CUBA EL DR. OSCAR ELÍAS BISCET SE OPONE EL DR. BISCET AL LEVANTAMIENTO DEL EMBARGO DE EE.UU. A LA TIRANÍA DE LOS CASTRO EN CUBA


Tomado de http://www.lanuevanacion.com/articles.aspx?art=5044

SE OPONE EL DR. BISCET AL LEVANTAMIENTO DEL EMBARGO

"NADA DE LEVANTAMIENTO DEL EMBARGO PRIMERO Y RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS DESPUÉS PORQUE SABEMOS QUE ESTA GENTE MIENTE".


Dr. Oscar Elías Biscet
Presidente del Proyecto Emilia y de la Fundación Lawton de Derechos Humanos.

El reciente editorial del periódico The New York Times pidiendo al Presidente Obama que levante el embargo económico contra la tiranía cubana ha desatado una avalancha de opiniones y declaraciones por parte de quienes, dentro de la Isla, proponen una transición a la democracia. Las declaraciones que han recibido mayor despliegue por parte de una prensa norteamericana tradicionalmente obsequiosa con la izquierda son las de los opositores que se refieren al régimen comunista en términos moderados.

Que sepamos, hasta este momento en La Nueva Nación, ninguno de los medios informativos en español de los Estados Unidos ha entrevistado al Presidente del Proyecto Emilia y de la Fundación Lawton de Derechos Humanos, Dr. Oscar Elías Biscet. Sus posiciones verticales frente a la tiranía y los principios conservadores sobre los que está edificado su programa político, no le ganan simpatías entre la prensa de izquierda. Por eso, el pasado viernes 24 de octubre hablamos con él para conocer de primera mano sus opiniones sobre esta nueva arremetida de la izquierda norteamericana para apuntalar a un régimen que ya se derrumba.

LNN: ¿Qué opina usted sobre el editorial del New York Times pidiendo el levantamiento del embargo contra el régimen comunista?

OEB: Que es una lástima que un periódico tan famoso se preste a hacer el juego al régimen de los Castro y estimule a sus nacionales y a otros ciudadanos del mundo a un acercamiento con una tiranía despiadada. Como los norteamericanos y los ciudadanos de otros países del mundo los cubanos tenemos derecho a ser libres y a la solidaridad de periódicos como el Times que dicen ser defensores de la libertad y los derechos humanos.

LNN: ¿En qué forma pueden ayudar los Estados Unidos a acelerar una transición a un estado de derechos en Cuba?

OEB: Como muy pocos países los Estados Unidos tienen sobrada fuerza moral para exigir que la tiranía castrista haga cambios en Cuba. Son una democracia de más de 200 años cuya constitución y declaración de independencia han sido el faro que ha iluminado el camino a la libertad en muchos pueblos y naciones del mundo. Tienen, por lo tanto, la obligación de predicar con el ejemplo para que todas las naciones logren la libertad de prensa, de asociación y de conciencia que son parte integral de un estado de derechos. Un primer paso para acelerar la transición sería negar los recursos a la tiranía castrista que le permitan perpetuarse en el poder y seguir martirizando al pueblo cubano.

LNN: ¿Cuáles serían las condiciones que los Estados Unidos deberían estipular al régimen comunista a cambio de levantarle el embargo?

OEB: Antes de dar un solo paso para levantar el embargo el gobierno de los Estados Unidos debe exigirle a la tiranía que respete las libertades inalienables y los derechos humanos plasmados por Thomas Jefferson en el texto de la Declaración de Independencia aprobada en Filadelfia en 1776. Que ratifique asimismo los tratados y convenios internacionales sobre libertad y derechos humanos que la tiranía ha suscrito pero que continua violando todos los días. Nada de levantamiento del embargo primero y respeto a los derechos humanos después porque sabemos que esta gente miente. Primero libertades y derechos humanos para los cubanos. Después levantamiento progresivo del embargo.

LNN: ¿Cree usted que debe levantarse el embargo mientras el régimen siga reprimiendo al pueblo cubano?

OEB: El embargo debe de ser mantenido mientras el pueblo cubano siga siendo reprimido y privado de sus derechos humanos y políticos. Ya es tiempo de que nuestro pueblo disfrute de la libertad que le permita labrarse su propio destino, tanto individual como colectivo. No es una fórmula complicada ni de difícil aplicación por los miembros de la comunidad internacional. Sólo hace falta la voluntad política y la aplicación de los principios de solidaridad y de compasión hacia los oprimidos que deberían regir las relaciones internacionales de las naciones civilizadas.