martes, enero 27, 2015

Al habla con Normando Hernández, creador en la Isla de una red de medios informativos


«El desafío de los periodistas independientes es enfocarse más en la Isla»

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Al habla con Normando Hernández, creador en la Isla de una red de medios informativos comunitarios.
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DDC
Madrid
26 Ene 2015

En 2012, el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), una entidad sin ánimo de lucro con sede en Hialeah, Florida, comenzó a crear en Cuba una red de medios de comunicación comunitarios destinada a impulsar el periodismo ciudadano.

Actualmente, seis publicaciones independientes integran el ICLEP. Están ubicadas en Pinar del Río, La Habana, Artemisa, Matanzas, Villa Clara y Santi Spíritus. Pese a la persecusión policial, sus responsables distrubuyen periódicamente boletines con informaciones de interés para sus comunidades.

Según el director general y fundador de ICLEP, Normando Hernández, exprisionero político del Grupo de los 75, las publicaciones han conseguido aceptación e incluso influyen en la solución de problemas en las localidades.

¿Cómo surge el ICLEP y cuál es su objetivo?

Después de pasar varios meses investigando cómo romper el monopolio informativo dentro de Cuba, cómo llevar información sin censura al pueblo y cómo dar voz a quienes el régimen se la quita, llegué a la conclusión que la mejor forma de hacerlo era creando medios de comunicación comunitarios para realizar, a través de ellos, un periodismo ciudadano con y para los cubanos de la Isla.

Para que se entienda mejor, cuando me refiero a medios de comunicación comunitarios estoy hablando de medios que pertenecen a una ONG sin ánimo de lucro y que, entre otras características, tienen como objetivos hablar de lo que otros medios no hablan, profundizar en la democracia con mayor participación ciudadana sin realizar proselitismo religioso ni partidista, dar voz a quienes no la tienen y ayudar en la transformación de los procesos sociales. En estos medios de comunicación cualquier ciudadano que lo desee puede participar.

Teniendo lo anterior en cuenta, contacté con amigos en Europa y Estados Unidos y, en el 2012, fundamos el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), con el principal objetivo de crear medios de comunicación comunitarios en la Isla para potenciar las habilidades individuales y colectivas de los ciudadanos hasta el nivel de empoderarlos para que, mediante sus autogestiones, mejoren sus condiciones de vida, puedan decidir su propio destino y dominen el medio que los rodea, en vez de continuar sometidos a él.

Por otro lado, el ICLEP crea espacios independientes e innovadores para los ciudadanos con el fin de promocionar y desarrollar actividades educativas, de capacitación, formación, discusión y divulgación sobre temas culturales, políticos, económicos, sociales y de cualquier otra índole, que contribuyan al desarrollo individual y colectivo.

¿Cómo ha sido el proceso para impulsar esas publicaciones comunitarias?

Lo más difícil para crearlas es conseguir los recursos para hacerlo. La demanda es grande. Muchas personas, desde Cuba, nos proponen abrir nuevos medios de comunicación, pero no tenemos recursos.

También con gran esfuerzo, y gracias a una donación privada, estamos impartiendo un curso de capacitación a los periodistas ciudadanos que integran los diferentes medios de comunicación del ICLEP y los asesoramos de forma continua.

¿Cuáles son las características de las publicaciones que integran el ICLEP, qué temas tratan?

Son boletines informativos enfocados en los problemas de la sociedad donde se editan y distribuyen, por lo que los temas sociales son los que predominan. El público está muy bien definido: el pueblo, el cubano de a pie.

¿Cómo se organiza el trabajo dentro de la Isla?

El ICLEP existe dentro de Cuba con una estructura organizativa y directiva, con director ejecutivo, estatutos, código de ética y política editorial. También tenemos directores de proyectos y directores de publicaciones, estos últimos dirigen los diferentes boletines informativos.

Además, contamos con el grupo de periodistas ciudadanos que conforman la membrecía del ICLEP, que unido a los diferentes directores son los máximos responsables de organizar y realizar todo el trabajo comunicacional.

Pero no olvidemos que lo que hacemos es periodismo ciudadano, por lo que cualquier ciudadano o grupo que desee participar en los medios creados por ICLEP tienen las puertas abiertas y las páginas de los boletines para que escriban sus historias personales o colectivas, y/o propongan soluciones a los conflictos de la comunidad. Realizamos un periodismo ciudadano con y para los cubanos, así que puede participar cualquier persona que lo desee.

¿Cómo se difunden? ¿Qué tipo de apoyo reciben del ICLEP?

Los boletines informativos los difundimos de diversas maneras: a través de las redes de confianza que existen en cada comunidad, tocando a las puertas de los vecinos, de persona a persona, etc. Es bueno señalar que de esta forma interactuamos directamente con el pueblo y potenciamos la predicación que es considerada como insuperable por ningún  medio de comunicación por sofisticado que sea.

El ICLEP asesora continuamente las diferentes estrategias de distribución, pero da autonomía total a los que dentro de Cuba están al frente de los medios para que desarrollen sus propias estrategias en dependencia de las condiciones de cada comunidad. También el ICLEP les proporciona los recursos económicos para que obtengan los bienes y equipos y así puedan desarrollar su trabajo. El apoyo moral es constante.

¿Cuáles son las principales dificultades que han enfrentado estas publicaciones para establecerse y difundir sus contenidos?

Partiendo de la premisa de que todo el trabajo de redacción, edición, diseño, impresión y distribución se realiza completamente dentro de Cuba, se podrán imaginar la cantidad de dificultades que enfrentan cada día los que están al frente de los boletines. Las dificultades pasan desde el poder conseguir las hojas y la tinta para la impresión hasta las amenazas de cárcel de los representantes del régimen.

Para que se tengan una idea, los equipos de impresión son escondidos constantemente para evitar que sean robados por la policía política.

Por otro lado, la superación de los periodistas ciudadanos y el entendimiento de lo que hacemos por parte de las personas que participan en los medios es algo con lo que hemos tenido que lidiar constantemente. Al inicio muchos no entendían lo contraproducente de publicar en los boletines notas que tuvieran que ver con la represión que sufren los disidentes y opositores cubanos. Ahora, este aspecto, ya es más fácil pues han entendido el proyecto y están viendo, están disfrutando los logros.

Hay que señalar que la mayor de todas las dificultades es conseguir los recursos económicos para establecer y mantener los medios de comunicación.

¿Cómo describiría la evolución de estas publicaciones y la recepción en la Isla? ¿Qué alcance consideran que han conseguido hasta ahora?

La evolución de los boletines ha sido increíblemente excelente. Comenzamos trabajando con personas que no tenían ni idea de lo que es el periodismo ciudadano, ni tenían conocimiento de periodismo, ni de diseño, y sí mucho miedo a la hora de distribuir los boletines. Pero todos tenían un denominador común: muchos deseos de aprender y hacer las cosas de forma correcta. Si comparamos en iclep.org las primeras publicaciones que se editaron hace dos años con las que se están editando ahora se puede comprobar por qué digo que la evolución es excelente.

La recepción de las publicaciones por parte del pueblo no puede ser mejor. No podemos satisfacer la demanda. Los ciudadanos ya conocen a los que escriben en los boletines y los acosan pidiéndoselos constantemente. Muchos cubanos de a pie escriben en nuestros medios. Otros profesionales en Pedagogía, Derecho, Medicina, también escriben y profesionales de la prensa gubernamental colaboran de diferente forma con los que están al frente de los medios de comunicación. Desde la Isla nos aseguran que cada boletín es leído entre cinco y nueve personas.

Las publicaciones del ICLEP han llegado a las instituciones, entidades, el Partido Comunista y el gobierno de las localidades donde se editan. Hemos provocado que se repararen calles, sistemas de acueducto y alcantarillado, terminales de ómnibus; que se dé asistencia médica especializada a personas necesitadas, que se sancione a un corrupto director económico de salud pública, que se libere a un trabajador por cuenta propia injustamente encarcelado y se abra una investigación contra el policía que lo encarceló.

Incluso logramos que una militante renunciara al Partido Comunista desde las páginas de un boletín y contara su historia personal.

Pero no podemos dejar de señalar que el mayor logro, el mayor impacto, el mayor alcance que hemos tenido es ver, escuchar y sentir cómo la población considera que los boletines son medios que los representa, les da voz y exige desde sus páginas que se resuelvan los problemas y conflictos de la comunidad.

¿Cómo valora el futuro del periodismo independiente en Cuba? ¿Qué desafíos ve?

Todo futuro es incierto. Pienso que no debemos dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. Desde ahora el periodismo independiente cubano debe buscar la forma de desarrollar una deontología para ser más efectivo y, sobre todo, desarrollar estrategias para llegar al pueblo. Los periodistas independientes deben enfocarse más para dentro de la Isla que para el exterior. He ahí el gran desafío: informar al pueblo de Cuba.