viernes, enero 30, 2015

Miami: Disidentes y exiliados de Cuba piden unidad para no seguir al margen del acercamiento Washington-La Habana y acuerdan presentarse de conjunto en Cumbre de las América en Panamá


 (De izquierda a derecha el activista cívico Dagoberto Valdés, el disidente Fernando Palacio, el médico y opositor  Darsi Ferrer, el pastor Mario Félix Lleonart y la abogada y periodista  independiente Laritza Diversent, durante la reunión con los exiliados cubanos en Miami el miércoles 28 de enero  por la noche; no se ve en la foto al ingeniero informático Eliécer Ávila. Foto: Pedro Portal. El Nuevo Herald.)

Nota del  Bloguista de Baracutey CubanoEstoy muy de acuerdo que los opositores y exiliados acuerden presentarse de conjunto en la Cumbra de Panamá pero deseo exponer otras cosas con las que no estoy de acuerdo.

 José Martí planteó que para la independencia de Cuba era importante ganarse el respeto de los Estados Unidos. No se gana el respeto cuando se le llama pomposamente Convención a algo que no lo fue; bastaba llamarle reunión  de algunos  opositores y exiliados cubanos en Miami. No se gana el respeto anunciando prácticamente de un día para otro una Convención, en la que no hay delegados elegidos democráticamente y que lleven los puntos de vistas (recogidos mediante reuniones o consultas) de las personas que ellos van a  representar; de no hacerse así, no son representantes legítimos y en el mejor de los casos serán caudillos o caciques  y de esos estamos cansados después de 56 años
;hacer una verdadera Convención  lleva tiempo y preparación.

 Un viejo truco del Castrismo (basado en  mecanismos de manipulación de las masas)  ha sido situar al frente de la preparación de un evento, un congreso, la creación de una sociedad científica, etc., a las personas que ellos desean que sean elegidos para presidir o formar parte  de la estructura de dirección  de la entidad que se desea crear como resultado de ese evento, congreso, sociedad, etc.. Algo que pudiera darle un poco de transparencia a la composición de esa  Mesa de Diálogo o
la del grupo de personas que irán a Panamá o  la de los que  conformarán  un Parlamento cubano es que no la conformen  aquellas personas que han preparado o presidido  estas apresuradas reuniones  o lanzado esas ideas.

Para  estar bien representados  en esa Mesa de Diálogo, grupo y Parlamento  se debe  conocer la  historia real, profunda y detallada de cada persona que aspira a pertenecer  a esas entidades.  La corrupción, el despotismo,  las  malsanas ambiciones, el ¨vivir del cuento¨, el nepotismo, el elitismo, el ego desmedido, el vivir solamente de los recursos financieros, o de otra índole,  que  provienen de su actitud contestataria o  antiCastrista,  etc., son características que no deben estar presentes en ninguna de las personas  que compondrán  esas entidades. Tampoco  deben estar presentes aquellas personas que representan  los intereses  de  las personas u organizaciones que le hacen llegar recursos financieros o de cualquier otro tipo. Estas y otras medidas  son las que nos pueden hacer ganar el respeto de esta gran nación y sobre todo: el RESPETO de nuestros compatriotas que viven en Cuba y fuera de Cuba, los cuales están cansados de  tanta demagogia y PATRIOTERISMO Castrista y antiCastrista.

Aclaro que entre las personas que presidieron  esas actividades hay personas que admiro por su actitud de décadas, mientras que hubo otros (también entre los participantes y ausentes) que no me merecen ninguna admiración; todo lo contrario. También es justo decir que entre el público presente  hubo personas ante los cuales me quito el sombrero. Se notó la ausencia de no pocos verdaderos líderes y patriotas de filas que con su actuar de décadas dentro y fuera de Cuba  merecen pertenecer a esas entidades. Los asiduos lectores de Baracutey Cubano  pueden inferir algunos nombres de unos y de otros.
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Tomado de http://www.martinoticias.com/

 Opositores cubanos y exiliados acuerdan presentarse de conjunto en Cumbre de Panamá

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En un debate que tuvo lugar en Miami, disidentes de Cuba y exiliados cubanos acordaron ir más allá de posicionamientos diversos dentro de la oposición interna cubana.
La Convención por la democracia en Cuba tuvo lugar en el centro Cuba Ocho de Miami.
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Martinoticias.com
enero 29, 2015

Disidentes de Cuba sostuvieron un debate la noche del miércoles con grupos del exilio en Miami, donde convinieron en la importancia de la unión para tener mayor peso y dejar de estar al margen del proceso de acercamiento iniciado por Washington y La Habana.

Uno de los puntos más sobresalientes de este encuentro fue la decisión de trabajar colegiadamente para presentarse como un bloque en la próxima  Cumbre de las Américas, que se celebrará en Panamá el próximo mes de mayo, según declaran en un documento divulgado horas depués del evento denominado Convención por la Democracia en Cuba.

"Esto va mas allá de posicionamientos" diversos dentro de la oposición interna cubana y las agrupaciones de la diáspora de la isla, explicó el activista Darsi Ferrer, uno de los organizadores  de la convención celebrada en el centro Cuba Ocho.

Entre los participantes estuvieron siete activistas de la sociedad civil que viven en la isla y un grupo de exiliados comprometidos con la lucha por la democracia en Cuba. Juntos acordaron:
  •     Concretar una Mesa de Diálogo entre la oposición dentro y fuera de Cuba con el propósito de intercambiar puntos de vista y estrategias para el cambio democrático, y la creación de mecanismos de trabajo compartido entre los actores comprometidos con la Mesa.
  •     Trabajar de conjunto en iniciativas de consulta ciudadana (plebiscito, referendo y peticiones legales) para el establecimiento del Estado de derecho y del proceso de elecciones libres y democráticas.
  •      Crear una red de ciudadanos conectados a la Mesa de Diálogo, compuesta por los más diversos actores (políticos, intelectuales, empresariales, profesionales, activistas cívicos, religiosos y defensores de derechos humanos) para el intercambio de información, recursos, ideas y propuestas y para la búsqueda de apoyo a los activistas dentro de la isla.
  •     Trabajar de cara a la Cumbre de las Américas a celebrarse en Panamápara participar con una propuesta integral en la Cumbre paralela de la sociedad civil.
  •     Celebrar, en una fecha a precisar, una Convención por la Democracia dentro de Cuba.
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Miami: Disidentes y exiliados piden unidad para no seguir al margen del acercamiento Washington-La Habana

Agencias
Miami
29 Ene 2015

Tenemos una necesidad imperiosa de herramientas que nos ayuden a caminar en un mismo sentido, para poder tener el peso que necesitamos', dice el médico Darsi Ferret.Disidentes cubanos sostuvieron un debate la noche del miércoles con grupos del exilio en Miami, donde convinieron en la importancia de la unión para tener mayor peso y dejar de estar al margen del proceso de acercamiento iniciado por Washington y La Habana, informa la AFP.

"Esto va mas allá de posicionamientos" diversos dentro de la oposición interna cubana y las agrupaciones de la diáspora de la Isla, afirmó el médico exiliado Darsi Ferret, uno de los organizadores del evento, que reunió a un centenar de personas en un centro cultural de la Pequeña Habana.

"Tenemos una necesidad imperiosa de herramientas que nos ayuden a caminar en un mismo sentido, para poder tener el peso que necesitamos. Ahora mismo estamos fuera, nadie nos está tomando en cuenta", dijo Ferret.

"Es obvio que el Gobierno de Cuba va a intentar imponer su agenda y el Gobierno de Estados Unidos va actuar de acuerdo a sus intereses (...) El tema no es cuestionarse lo que está diciendo cada gobierno, es estar presentes como sociedad civil y tener una agenda propia", opinó el disidente Eliecer Ávila.

Además de Ávila, entre la media docena de opositores que viajaron a Miami están Manuel Cuesta Murúa, Dagoberto Valdés y Wilfredo Vallín.

Otros, como Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, y Guillermo Fariñas, premio Sajarov del Parlamento Europeo en 2010, no pudieron viajar.

La disidencia interna cubana se han quejado de que no ha sido tomada en cuenta en el proceso que adelantan los gobiernos de Cuba y Estados Unidos. Los líderes opositores defienden que el futuro del país debe ser decidido solo por los cubanos.

Durante el encuentro, tanto disidentes como representantes del exilio coincidieron en que lo más importante es lograr la unidad pese a la divergencia de posiciones entre los grupos, ya que todos buscan el objetivo común de democratizar Cuba.

Los participantes se iban pasando el micrófono para hacer una pequeña intervención de unos minutos, en un ambiente distendido, que permitía que varios de los presentes fumaran habanos y bebieran mojitos.

"La unidad es buena. Ahora, fundamental es la libertad de todos los cubanos y los derechos de todos los cubanos", estimó Rosa María Payá, hija del disidente Oswaldo Payá fallecido en 2012 y quien ha sido crítica del acercamiento Washington y La Habana.

En décadas anteriores, existió desconfianza entre los grupos del exilio y los disidentes en Cuba, reconocieron algunos participantes.

"Estamos muy fraccionados, aunque todos queremos lo mismo, dentro y fuera de Cuba", dijo Ramón Saúl Sánchez, presidente del anticastrista Movimiento Democracia en Miami.

Entre las propuestas que fueron lanzadas durante el debate, estuvo el envío de una delegación de opositores de Cuba y el exilio a la Cumbre de las Américas en Panamá o la conformación de una especie de Parlamento con miembros de ambos lados del Estrecho de Florida, que separa a ambos países.

Además fueron discutidos puntos consensuados por la disidencia interna, como una reforma constitucional que garantice espacios democráticos, la liberación de todos los presos políticos y el reconocimiento de los grupos independientes en la Isla.
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 Opositores cubanos y exiliados llevaran propuesta conjunta a la Cumbre de Las Américas
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RELACIONADO

¿Propician las medidas de Obama un cambio democrático en la Isla?

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La permanencia de herederos políticos como parte de un nuevo sistema es uno de los puntos álgidos de cualquier transición.
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Por Antonio G. Rodiles
La Habana
28 Ene 2015

Las recientes visitas a La Habana de legisladores norteamericanos y de la Subsecretaria de Estado, Roberta Jacobson, han vuelto a generar controversia sobre la transparencia en el proceso de diálogo político entre la administración Obama y el régimen castrista. Hasta el momento, ha resultado evidente la pretensión de continuar con un plan previamente determinado y realzar a aquellos actores políticos que apoyan y se ajustan a esta política.
Fue notoria la ausencia de voces indispensables dentro del movimiento opositor en los encuentros sostenidos. También la reticencia a que hubiera un balance de opiniones en dichos contactos.

En repetidas ocasiones, como argumento para la nueva política, la administración ha usado la tesis de que deben ser los cubanos quienes guíen el proceso de cambio en la Isla. Este pronunciamiento busca de manera implícita la aprobación de las nuevas medidas y abre las puertas a fuertes críticas de quienes rechazamos el carácter incondicional y la notable falta de transparencia y consensos con que se ha planteado el comienzo de este proceso.


Esta tesis, manejada de forma simplista y con dosis de falso nacionalismo, pretende etiquetar a quienes exigimos compromisos firmes con la promoción de la democracia y los derechos humanos, como individuos incapaces de asumir nuestras responsabilidades políticas, anclados en el pasado o deseosos de que gobiernos extranjeros vengan a hacer los cambios necesarios. Curiosa coincidencia con la vieja tesis de soberanía nacional, esgrimida por el régimen durante tantos años y repetida como parte de los argumentos de los opositores autodeclarados leales.

¿Están las medidas de Obama en la dirección de permitir que el cubano se empodere, en cuanto a sus derechos civiles y políticos? ¿Puede la oposición generar una articulación social amplia, bajo los niveles de control, represión e impunidad conque se maneja el régimen? ¿Existen garantías de que las nuevas medidas generen una clase empresarial cubana en el mediano plazo? ¿Puede la sociedad cubana mover la realidad hacia un Estado de Derecho, en la atomización, evasión y corrupción en que viven la inmensa mayoría de los cubanos?

Si somos realistas, las respuestas son obvias. La Cuba actual solo funciona mediante la corrupción y el clientelismo. No existe el marco jurídico que permita que el pueblo se pueda empoderar en ningún aspecto. No puede existir un amplio y extenso protagonismo de los demócratas y emprendedores cubanos mientras el régimen pueda mantener los altos niveles represivos y de control social sin pagar un mayor costo político. Y una transición pacífica a una democracia plena exige tal protagonismo.


Las transiciones pacíficas y medianamente ordenadas de regímenes despóticos a democracias, han ocurrido bajo una intensa presión internacional sumada a un efectivo empuje interno. Las salidas políticas han aparecido cuando estos regímenes palpan que su permanencia en el poder no es posible y comienzan a temer que un colapso social los ponga en situaciones desventajosas o de peligro.

La permanencia de los herederos políticos como parte del nuevo sistema, es uno de los puntos álgidos de cualquier transición. La experiencia también demuestra que, en la mayoría de los casos, esta permanencia trae consigo una herencia de corrupción y red de influencias, que termina boicoteando los genuinos intereses de construir democracias plenas. Permitir una transferencia de poder, se correlaciona con alargar las penurias de los cubanos y sacrificar el futuro de nuestra nación a mediano y largo plazo.

El diálogo llevado a cabo por la actual administración norteamericana no ha logrado siquiera conseguir la liberación de todos los presos políticos y la anulación de sus condenas. Muchos de los liberados salieron con modificación de la medida cautelar y no en plena libertad. Se suman así los doce presos de la ola represiva del 2003, liberados desde 2010 que decidieron permanecer en Cuba y que se encuentran bajo licencias extrapenales sin permitírseles viajar fuera del país. Dicho diálogo tampoco ha logrado detener nuevas encarcelaciones y olas de arrestos, como la de finales de 2014 e inicios del presente año.

Insistir en la idea de que los cubanos no entienden de derechos fundamentales y que un grupo de necesidades básicas son sus prioridades, muestra desconocimiento de nuestra realidad y sesga las genuinas aspiraciones democráticas. Las libertades no necesitan ser explicadas, aún sin haberlas vivido, el ser humano las identifica. Los cubanos no somos la excepción.

Un probable fracaso de este proceso político sería muy dañino para todos los implicados, pero sobre todo para los cubanos. La administración Obama debería combinar una presión efectiva al régimen con el trabajo consensuado de un amplio grupo de actores democráticos de dentro de la Isla y el exilio. Si realmente se pretende que la salida final sea la democratización de nuestra nación se necesita un cambio de rumbo.-