domingo, marzo 01, 2015

Jorge Hernández Fonseca: Acercamiento EUA-Cuba: ¿Economía o Política?

Acercamiento EUA-Cuba: ¿Economía o Política?

Por Jorge Hernández Fonseca
28 de Febrero de 2015

Uno de los dilemas más importantes que se discute en el seno de la oposición política cubana respecto al actual acercamiento EUA-Cuba es la prioridad en el estrechamiento de los lazos al inicio del proceso. La mayoría de las organizaciones políticas cubanas desearía que la prioridad fuera la libertad política primero, con lo cual se conseguiría la libertad económica. EUA argumenta sin embargo (valga la redundancia) que, comenzando con el aspecto económico se tira ya de la miseria a la sociedad cubana y se llega --a medio plazo-- a la libertad política.

El razonamiento asociado a priorizar la libertad política sobre la económica es claro y pocos se atreven a cuestionarlo en su esencia, hasta porque todos aceptan que la dictadura también será beneficiada con el apoyo económico. El problema que se señala por EUA es la imposibilidad real de presionar con éxito al gobierno castrista para una apertura política. Esta dificultad hace que EUA haya optado por la apertura económica como estrategia de cambio a medio plazo.

Claro que EUA pudiera haber continuado con su política de presión sobre el castrismo, pero hay aspectos geoestratégicos que le impulsan ahora a tomar otra decisión:

·   El desmoronamiento del chavismo en Venezuela, que provocaría una indeseada inestabilidad económica y social en Cuba al eliminarse el subsidio a la isla;

·   La presión latinoamericana para materializar este acercamiento antes de la próxima Cumbre de las Américas, favoreciendo así la aproximación de EUA y Latinoamérica;

·    Cierta visión estratégica que EUA trata de impulsar en el hemisferio Occidental a partir del acercamiento a Cuba, relacionado a las crisis existentes dentro de importantes países izquierdistas del área (Cuba, Venezuela, Argentina y Brasil) junto al proceso de paz en Colombia, estrategia sobre la cual probablemente habrá algún pronunciamiento de Obama en la Cumbre de las Américas de Panamá;

·     El interés europeo, brasileño, ruso y chino en negociar con la Habana tratando de asegurarse cierto control económico en el traspatio de Estados Unidos;

·     La excesiva atomización y debilidad de la oposición política cubana actual, que lo descalifican ahora como una opción de poder confiable a los ojos norteamericanos;

Por otro lado, si los entes económicos de la sociedad cubana se fortalecen, es claro que influenciarán decisivamente a los entes políticos y terminarán por influirlos de manera decisiva. Pero por esa razón precisamente es que la “apertura” castrista contempla situar “militantes” en las principales empresas de la isla, con vistas a “copar” los sectores económicos determinantes, dejando a la sociedad civil actividades de poco peso productivo, reduciendo así su influencia.

Se sabe que hay personalidades cubanas apoyando el acercamiento de EUA a Cuba, incluso ya lo habían solicitado en Carta Abierta al presidente Obama. Este grupo de personalidades son básicamente exitosos empresarios cubanos residentes en el exterior, que teóricamente irían a la isla con inversiones y capitales a “empoderar” a la sociedad civil, según se ha anunciado. Esto potenciaría –se dice-- a los sectores no gubernamentales, con vistas a hacer contrapeso a los sectores estatales que hoy manejan y dirigen prácticamente toda la economía.

La mayoría de las organizaciones políticas cubanas están conscientes del derecho que tiene EUA de establecer una política que sea afín a sus intereses propios. El principal argumento de la oposición cubana es que, una parte importante de los intereses estadounidenses es eliminar el foco antinorteamericano que significa el fortalecimiento de la dictadura castrista tan cerca de las costas norteamericanas, que ha hecho metástasis izquierdista en toda Latinoamérica.

Hay sin embargo una razón en los sectores económicos del exilio que apoyan la apertura con Cuba, al tiempo que también impulsa el movimiento del empresariado norteamericano para apoyar la actual política de la Casa Blanca. Es el ‘filón” estratégico que se abre en la Cuba actual si esta accede a una apertura económica --como todo parece indicar con los planes del Puerto de Mariel y su Zona Económica especial de comercio y producción-- tan cerca de EUA.

Si la apertura económica antecede a la apertura política, los sectores económicos que inviertan en la isla se beneficiarían con una mano de obra muy barata pero calificada, lo que garantizaría competitividad para producir bienes y servicios en la isla a costos de producción similares --o menores-- a los costos asiáticos, pero a unos pasos del mayor mercado consumidor de EUA, su costa Este. Sólo la dictadura castrista garantizaría estos bajos costos de producción en la isla, razón adicional (y quizá básica) para preferir la apertura económica antes de la política.

Por otra parte, si se priorizara la apertura política, con sindicatos libres y libertad económica, sería muy difícil mantener el régimen de salarios de miseria que impone el castrismo y que planea ofrecerlo en las producciones de la zona especial asociada al Puerto de Mariel, como incentivo a la preservación del estatus dictatorial en manos de la élite militar cubana actual.

En esas circunstancias, los empresarios norteamericanos pudieran tirar de Asia muchas de sus producciones actuales, así como de las maquilladoras que posee en la frontera con México, en función de una mayor cercanía del Puerto de Mariel a la rica costa Este norteamericana.

¿Sería este punto la clave del apoyo empresarial cubano y americano a la política de Obama?

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