sábado, octubre 10, 2015

Luis Cino desde Cuba: ¿Socialista sin saberlo?


¿Socialista sin saberlo?

Por Luis Cino
octubre 8, 2015

Arroyo Naranjo, La Habana, Luis Cino,  (PD) Hace unos años,  Rafael Hernández, el director de la revista Temas, la de los famosos y desilusionantes debates del último jueves de cada mes, decía sentirse orgulloso de lo que llamaba  “esa mayoría ciudadana integradora de todas las minorías posibles” y a la que calificaba como “el producto más valioso de esta revolución”.

Según el ensayista,  esa ciudadanía, que ya no se conforma  con la salud y la educación gratis, es  “discutidora, discrepante, se queja de todo, critica a las instituciones, reclama sus derechos…”

No sé si como todas esas características han ido in crescendo entre la población,  todavía pensará así Rafael Hernández. Incluso de tan demagogo como suele ser a la hora de mostrarse abierto –ya sabemos que de mentiritas-, no estoy seguro si era  sincero cuando hablaba así, de un modo tan abarcador…

Lo que sí estoy convencido es que ese  régimen al que Rafael  Hernández todavía se empeña en llamar  “revolución”, sigue tan excluyente como siempre, le importa un carajo los reclamos de la población  y   considera las quejas y discrepancias, cuando van en serio y no se andan por las ramas,  no como virtudes, sino más bien como graves y punibles defectos.

Conozco a cientos de personas con esas mismas características a que se refiere Rafael Hernández  que viven condenadas al ostracismo o perpetuamente vigiladas, hostigadas y reprimidas por la policía política y los porristas de  las brigadas de respuesta rápida.  Muchas  de esas personas han  estado  en la cárcel precisamente por discrepar, quejarse, criticar a las instituciones, exigir sus derechos…

No sé si algunas de esas personas clasificarían entre una rarísima categoría definida por Rafael Hernández: la de aquellos que no se auto perciben como socialistas, aunque de cierta manera, lo sean sin saberlo.”

Es esa una categoría que me recuerda a Isabelita,  mi novia de sexto grado  que nunca se enteró del noviazgo.

Últimamente, de tan intransigentes y  de una  extrema derecha demencial que se han vuelto algunos en esta oposición nuestra de cada día,  he llegado a preguntarme si yo no seré uno de esos socialistas sin saberlo de los que hablaba Rafael Hernández.

Ciertos colegas y compañeros de disidencias, de tanto cuestionarme y acusarme de ser de izquierda  por determinadas opiniones mías, me han vuelto a hacer sentir  como en aquellos análisis de grupo de mis años en el Pre-Universitario “Cepero Bonilla”, cuando el profesor guía y los musulungos amaestrados  de la UJC y la FEEM me reprochaban   mi falta de combatividad y me conminaban para que me auto-incriminara (o autocriticara, como decían ellos) y reconociera mis serios problemas ideológicos.

Me hago la autocrítica ahora, aunque nadie me la haya pedido…todavía.   Acepto que puede haberme hecho algún daño la versión comunista de la historia y  el marxismo que aprendí a la cañona.  Puede que  de ahí provengan las  reservas que tengo con las leyes del mercado como  solución de los problemas sociales.   Pero eso no me hace de modo alguno socialista. Y en cuanto a lo de izquierda, que ya  empieza a resultar  extemporáneo, supongo que me acomode más que la derecha, si en esta se hallan Donald Trump y los ayatollahs iraníes.

Como conozco sus resultados, tan inevitables como la sucesión de las estaciones, no me seduce, ni siquiera como primer paso para salir del bache,  el socialismo democrático y participativo del que habla Pedro Campos.  Y jamás el socialismo dictatorial,  centralizado,  sin libertades ni derechos, de controles policiacos, indigente,  mezquino, que estafa a los asalariados y decreta la guerra contra todo el pueblo.

Admito que con tanta confusión que hay en estos tiempos, ya uno ni sabe lo que es.  Pero  de ningún modo soy socialista.   Al menos, no en el sentido en que se entiende en el Politburó y el Palacio de la Revolución.  Aunque por allá, con tantas actualizaciones y lineamientos,  cada vez entiendan menos de socialismo.

luicino2012@gmail.com

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Nota del Bloguista

Puede leerse más sobre el CEA y su disolución en
http://www.cubanet.org

La revista TEMAS trajo en sus primeros 4 ó 5 números una esperanza de apertura en el debate académico y público dentro de Cuba. Después de esos números sus lectores nos vimos defraudados.
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Rafael Hernández y el ´Chancleteo´ cubano

Por Alberto Müller


El académico cubano y director de la revista ‘Temas’ en Cuba, Rafael Hernández, llegó a Miami invitado para dictar una conferencia en la Universidad Internacional de la Florida, dentro del saludable intercambio cultural entre los Estados Unidos y Cuba, y sorpresivamente, usando un lenguaje poco elegante, calificó de “cyberchancleteo” parte del debate sobre la situación cubana que se despliega desde los blogs alternativos cubanos en las páginas de Internet.

Por supuesto, al hacer la mención en forma despectiva del “chancleteo”, el académico Hernández, mencionó a la laureada bloguera cubana Yoani Sánchez y a toda la blogósfera de la isla.

La revista “Temas” es una publicación trimestral, que según sus directores, intenta propiciar la reflexión, el debate y el conocimiento crítico dentro de Cuba, dentro de los límites permitidos por el autoritarismo oficial.

Y el término “chancletero”, usado indebidamente por el académico Rafael Hernández, pasa por alto que la “chancleta” es una prenda de un uso muy popular para caminar, en los países salpicados por el Mar Caribe, como Colombia, Cuba y Venezuela.

Además la “chancleta” es una derivación popular de la famosa alpargata usada en los Pirineos en el siglo XIII, que se inspira en la mitología griega del dios Hermes, cuya misión era guiar a las almas del pueblo con astucia por los caminos de la vida.

Pero volvamos al debate analítico, que reclamó el profesor Rafael Hernández durante su conferencia en la Universidad Internacional de la Florida, y que nos parece oportuno y útil para entender en toda su intensidad, la crisis sistémica y existencial que padece el pueblo y la nación cubana.

Debemos excusar al académico cubano, que prefiera el análisis a la información, pues en realidad, los medios oficiales de divulgación en Cuba y los organismos adyacentes del aparato de poder en la isla, responden a un autoritarismo oficial, que sistemáticamente manipula, oculta o altera el acontecer cotidiano.

El académico Hernández tal vez no sepa en toda su naturaleza, que la libertad de prensa o la libertad de expresión, no se práctica en los regímenes dictatoriales, como el de Cuba, ni se practicó nunca en los regímenes totalitarios como el de Stalin en la Unión Soviética y como el de Hitler en Alemania.

No creo que valga la pena poner ejemplos, que el académico Hernández conoce perfectamente, como el hecho de que la prensa cubana ha ocultado que la Premio Nobel de Literatura 2009, Herta Müller, fue una perseguida del comunismo rumano y es una sagaz crítica de los autoritarismos comunistas.

Me pregunto si ese ocultamiento de un hecho literario, de tanta relevancia, es el debate analítico que reclama Hernández, que a su vez dice desafortunadamente, que lo que publica Yoani Sánchez tiene más de catarsis y de “cyberchancleteo” que de debate.
( Rafael Hernández, Director de la Revista Temas y anteriormente miembro del CEA, Centro de Estudios de América, fundado como un organismo adscrito al Departamento América del Comité Central del Partido, Comunista de Cuba, dirigido por el desaparecido Manuel Piñeiro. El CEA se especializó en estudios socioeconómicos que servían como evaluación de inteligencia a los planes subversivos del castrismo en la región; nota del bloguista de Baracutey Cubano )

Sería oportuno aclarar al académico Hernández, que los blogueros son informadores o periodistas ciudadanos. Y el informador, aunque esté abierto al debate permanente, su responsabilidad fundamental por naturaleza periodística, es la información puntual del hecho acontecido. Así lo exige la ética periodística.

Si seguimos la trayectoria informativa de la bloguera Yoani Sánchez, desde su blog “Generación Y”, vemos que informa del desastre funcional de los buzones de correo en la isla, del déficit de viviendas en todo el país, de la visita a Cuba del canciller español Miguel Angel Moratinos, de la falta de libertad de expresión en el país y de los periodistas independientes presos en Cuba, por mencionar sólo algunos tópicos.Y todos son hechos verdaderos del acontecer.

Si lo que Yoani Sánchez publica en Cuba es “chancleteo” y mera “catarsis” como afirma el académico Hernández, entonces cómo explicar los premios de excelencia periodística que ha recibido por su labor informativa:

El premio “Ortega y Gasset” de El País de España; Distinguida entre las 100 personalidades más influyentes del mundo, de la revista Time; el Premio Bitácora de la prensa digital española; el Premio Deutsche Welle de la televisión española; una Mención al premio periodístico más prestigioso del mundo, el María Moors Cabot, que otorga la Universidad de Columbia; y el premio “Héroes del Hemisferio” que otorga una fundación americana a los servidores del entorno social.

Inclusive actualmente una comisión de personalidades del mundo de la cultura, evalúan la posibilidad de proponerla para el Premio Nobel de la Paz 2010 y para el Premio de la Concordia, Príncipe de Asturias.

Le preguntaría con mucho respeto al académico Rafael Hernández:

¿Son “chancleteros” estos organismos de la cultura y del periodismo que han otorgado premio tras premio a la bloguera Yoani Sánchez por su credibilidad informativa?

Pero seamos consecuentes con la ética académica, que no discrimina temas ni debates ni críticas ni análisis.

Aceptemos las preferencias del profesor Rafael Hernández y propongamos un foro abierto de todos los temas, entre todos los cubanos para ser consecuentes con el título de la revista que él dirige.

Analicemos la naturaleza de los autoritarismos, de la democracia representativa, del marxismo, de sus revisionistas como Althuser, del socialismo democrático, de las gratuidades de la revolución, de los fusilamientos de cubanos, de la guerra en Angola, de las torturas y los maltratos en las prisiones, de la necesidad de una constituyente en Cuba que refleje el sentir de la nación, de la libertad de expresión, de organización y de movilidad.

Pero por supuesto, que en ese foro abierto no haya discriminaciones de “chancleteros” ni de nadie. Todo el que ‘considere que puede aportar algo, que participe, que diga, que exprese, que critique y que haga catarsis, si lo desea.

Gracias al académico Hernández por recordarnos, que queda un debate pendiente, antes de lograr la reconciliación entre todos los cubanos.
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http://www.cubanet.org/CNews/y01/ago01/17o6.htm

El Departamento América cubano

Alberto Pérez Giménez. ABC. España, agosto 17, 2001.

Hubo un tiempo en el que todos los caminos del terrorismo internacional llevaban a Cuba. En el organigrama del régimen cubano había, con nombre y apellidos, un «ministerio» dedicado a la exportación de la guerrilla a cualquier parte del mundo. Era el Departamento América.

Al frente de él puso Fidel Castro a Manuel Piñeiro «Barbarroja». Durante décadas, allí tuvieron cobijo todos los miembros de las guerrillas iberoamericanas. Jorge Massetti, hijo del argentino fundador de la Agencia de Noticias Prensa Latina que desapareció en la selva de Salta en Argentina cuando pretendía montar una guerrilla, cuenta en su libro «El Furor y el Delirio» cómo funcionaba el Departamento América. Él mismo, apadrinado por «Barbarroja», fue uno de los «alumnos aventajados» del Departamento: peleó en Nicaragua, en Panamá, en Chile. Atracó Bancos en EE.UU. en operaciones coordinadas desde la Embajada de Cuba en México.

En Cuba se entrenaba a los guerrilleros en los PETI (Puntos de Entrenamiento de Tropas Irregulares). Por allí anduvieron los macheteros de Puerto Rico; los M-16 y el Frente Patriótico chileno; los montoneros; los «elenos» colombianos, etarras y hasta, en 1982, un mexicano muy interesado en conocer toda la vida del Che, cómo fumaba su pipa, qué leía... Era el «subcomandante Marcos».

Cuando al secretario general de la OEA, César Gaviria, le secuestró la guerrilla a su hermano, supo exactamente con quién tenía que negociar: logró la libertad de su familiar y un avión para que el comando que le secuestró huyera a Cuba.

Manuel Piñeiro «Barbarroja» murió hace unos años en un extraño accidente cuando conducía su automóvil, algo que, según Massetti, odiaba. Castro proclamó a los cuatro vientos que la lucha guerrillera ya no tenía sentido.

Sin embargo, los hechos parecen decir lo contrario. En Cuba siguen viviendo, a cuerpo de rey, según muchos testigos, una nutrida colonia de etarras. En la zona «desmilitarizada» de Colombia bajo control de las FARC hay, según la Prensa colombiana, por lo menos 20 instructores cubanos enseñando a los «guerrilleros» a pilotar helicópteros. Uno de los tres miembros del IRA detenidos el sábado tras pasar cinco semanas asesorando a las FARC es, según «The Guardian», el «hombre de Sinn Fein en La Habana» y encargado de preparar la visita de Gerry Adams a la isla y su encuentro con Fidel Castro. Al parecer, son muchos los caminos que siguen llevando a Cuba.

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Nota del Bloguista que muestra lo poco dispuesto que ha estado Rafael Hernández, Director de la revista TEMAS, a promover o propiciar el verdadero debate académico después de que le fueron ¨haladas las orejas¨ como director de TEMAS y que conllevó a que los números de la revista TEMAS posteriores al quinto número, se hayan reencausado por los caminos del oficialismo en los temas medulares de nuestra historia.
El 23 de Octubre de 1997 le dirigí una carta al Consejo de Redacción de la Revista TEMAS, y en ella se lee:

¨El tener la opinión que la Revista "TEMAS" es una revista de cierta apertura en cuanto a pensamiento, valoración hecha sobre la base de la lectura de los artículos que aparecen en algunos de sus números, me ha decidido a entregarle mi articulo " ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LAS RELACIONES BILATERALES CUBA-E.U. EN EL SIGLO XIX ".

Considero que este artículo de carácter histórico, posee las características necesarias para desarrollar un profesional y enjundioso debate sobre tan controversiales relaciones.

Desde hace muchos años no he podido leer en la literatura nacional, tanto académica como no académica, debates como los que desarrollaron por ejemplos: Fernando Ortíz y Emilio Roig de Leuchsenring sobre la existencia de la legendaria ceiba en la reunión del primer cabildo habanero y en la primera misa; el desarrollado por el propio Ortiz y el académico pinareño Pedro García Valdéz sobre la existencia de una cultura aborigen desarrollada en las tierras vueltabajeras; o como el memorable debate llevado a cabo por Carlos Rafael Rodríguez y el doctor Valdespino en la revista "Bohemia", en los primeros tiempos del triunfo revolucionario de 1959, sobre la economía soviética y en el cual el tiempo, juez imparcial, decidió muchos años después quién llevaba la razón.

Considero que la publicación de mi artículo, sería un gran impulso para que profesionales de la Historia expresaran y argumentaran abiertamente sus criterios; algunos de los cuales se han callado públicamente durante años o en el mejor de los casos se han mostrado tímidamente, como las puntas de un iceberg, en algunos congresos y actividades académicas. Estos profesionales serian los verdaderos protagonistas del enjundioso debate y no este discreto matemático devenido en historiador por las circunstancias y el amor que siempre ha tenido a la verdad y a la historia patria.

El momento es oportuno por el ya cercano centenario de la Guerra Hispano Cubana Norteamericana y la indiscutible relevancia, para unos con saldo positivo y para otros con saldo negativo, de este acontecimiento y de los restantes acaecidos en ese transcendental 1898.

Sugiero que ese debate del pensamiento cubano podría desarrollarse en los cuatro números correspondientes a ase año en una sección dedicada a ese objetivo; considero que esos artículos deberían estar acompañados de una discreta convocatoria que destaque la profesionalidad del debate y con esto no me estoy refiriendo a los títulos profesionales de cada autor sino a sus argumentos. Leuchsenring, tengo entendido, nunca fue alumno universitario.

Con la esperanza que las ideas contenidas en esta carta y en el artículo que le acompaña sea de alguna utilidad a la revista y al conocimiento que nuestro pueblo debe tener de nuestra historia se despide con optimismo:

Lic. Pedro Pablo Arencibia Cardóso
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El artículo que le envié en esa ocasión a la revista TEMAS, posterioremente fue enriquecido y llevado a ensayo con el nombre Ecos de una Extraña Petición, el cual obtuvo Mención en la categoría de Ensayo en el Concurso Vitral 2000 de la revista Vitral del Centro de Formación Cívica y Religiosa de la Diócesis de Pinar del Río; el Premio en esa categoría quedó desierto. El tema del artículo y del ensayo es el Anexionismo cubano del siglo XIX , y en el se muestran verdades históricas muy diferentes a las que muestra la historia oficialista Castrista.

No obstante, lo más notable no fue la negación de la revista a publicar ese artículo mio, algo muy frecuente para aquellos que enviamos artículos a revistas, sino los oidos sordos del Director Rafael Hernández a promover un verdadero y profundo debate académico sobre temas espinosos (desde el punto de vista oficialista) de nuestra historia, o al menos, de responder afirmativa o negativamente a mi propuesta de debate.

La respuesta de Rafael Hernández fue: